En los primeros siglos de la Edad Media, Europa, asediada e invadida, se encierra en sí misma.
La economía languidece, las ciudades se vacían y los comercios desaparecen. Sin embargo, este periodo de crisis nos permite conocer la producción de objetos de metal característica de los pueblos bárbaros del norte, así como la gran maestría de los arquitectos y de los decoradores árabes.
La arquitectura de los castillos, que aún hoy caracteriza el paisaje de muchas ciudades europeas, se remonta también a la época medieval.
Sin embargo, hacia finales del promer milenio, el occidente cristiano encuentra una nueva fisonomia propia, cuyo contenido fundamental tiene un profundo contenido de carácter religioso. Primero, la difusión del monacato y el desarrollo de las cuidades más tarde conlleva el nacimiento de un nuevo movimiento figurativo y arquitertónico. Tant0 en las abadías aisladas como en las catedrales urbanas, los arquitectos, los escultores, ,los pintores y los decoradores tienen de nuevo ocación de expresarse. El estilo románico, con su sobriedad y su rigor al igual que el gótico, con su empuje y su búsqueda de formas cada vez más osadas han dejado importantes huellas en la del arte.