La obra de Da Vinci fue recreada por un artista de Greenpeace para llamar la atención del deshielo en el ártico.
El artista norteamericano John Quigley, especializado en arte aéreo, viajo a bordo del barco rompehielos de Greenpeace hacia el ártico, donde reprodujo el más famoso dibujo de Da Vinci. Esta obra renacentista representa el equilibrio perfecto entre el hombre y el universo que a juicio de Quigley se está acabando.
Esta reproducción se llamó “Hombre de Vitrubio fundiéndose” que mide el equivalente de cuatro piscinas, Quigley cortó las piernas del hombre y uno de los brazos del hombre, fundiéndolos simbólicamente en el mar para ilustrar el hielo que ha desaparecido.
Greenpeace sostiene que el hielo marino podría desaparecer por completo dentro de dos décadas, lo que produciría graves consecuencias para la biodiversidad y la humanidad. El derretimiento del hielo en el ártico es uno de los efectos más visibles de la inestabilidad climática».
“El hombre de Vitrubio fundiéndose” vendría siendo un llamado de concientización de forma artística a la humanidad con el cambio climático que está sufriendo nuestro planeta.