Un total de 1,5 toneladas de basura recolectada por artistas de Nepal, fue transformada en verdaderas obras de arte con 75 esculturas.
Desde botellas de oxígeno vacías, botes de gas, latas de comida, bolsas de plástico hasta tiendas de campaña en mal estado, fue el material ocupado por los artistas para su composición.
La exposición se realiza por estos días en Katmandú, capital de Nepal, y sus autores buscan con esto alertar sobre el acumulamiento de basura en la montaña más alta del mundo, gracias a algunos alpinistas y sobre todo por la masificación de este deporte.
El responsable del evento Kripa Rana Shahi añade “El Everest es nuestra joya de la corona del mundo y no se debe menospreciar”.
Las obras se venden entre 15 y poco más de 2 mil dólares. Lo obtenido será para los artistas y la organización de alpinistas Everest Summiteers Association que patrocinó la recogida de basura.