La Proporción Áurea: el lenguaje de los dioses

 

Por Maryela Bianchi

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Probablemente las obras más exquisitas de arte de la historia de la humanidad contienen en sí mismas un secreto que las hace ser obras trascendentes.

Un secreto de dioses, que los artistas desde su intimidad intentaron comprender, tomar, habitar, representar para proporcionarse el acercamiento a las deidades.

Un lenguaje oculto que, si bien los artistas testimonian de eso en sus representaciones, existe desde siempre, milenariamente en todas las culturas de la humanidad. Por nombrar algunas: Siria, Babilonia, Egipto, Grecia, nos acompaña constante en cada lugar donde crece la naturaleza, donde crezca una rosa.

El lenguaje que proporciona la belleza indudable, la armonía perfecta, despierta emociones y abre un lugar sensible.

Cuando el hombre descubrió su dimensión, no pudo más que llamarla La Divina Proporción, su constructor: “el Número de Oro”, que construye la Geometría Sagrada.

¿Qué lleva en sí tanto misticismo y poder creativo?: La Proporción Áurea.

Según Euclides, quien da la primera definición de la Proporción Áurea, dice que es la proporción derivada de la simple división de una línea en lo que él llamó la “media y extrema razón”. El segmento total de una línea, es a la parte mayor de la línea dividida, como la parte mayor es la menor.

Protagonista de infinitas investigaciones, estudios, develaciones, creaciones en todas las áreas, la Proporción Áurea íntegra se encuentra como causa porque está presente en la misma construcción del Universo. Lenguaje de Dioses.

Desde donde se aprecie a ese universo, aparecerá, sorprendente, sutil, proporcionando una clave bajo distintas formas: la espiral logarítmica, el pentágono, la serie de Fibonacci… todos aportes de quienes racionalizaron su lenguaje.

Su presencia lo encontraremos tanto en el macro cosmos del firmamento, como en el microcosmos de nuestras células, en las pirámides egipcias y arquitectura griega, en el crecimiento de una flor, en un ananá, una rosa, también en los tornados… está invisible sosteniendo la arquitectura universal.

En la naturaleza, lo que crece, lo hace manteniendo esta proporción. Los pétalos de una flor, las ramas de un árbol, los moluscos, galaxias gigantes en espiral nos lo demuestran.

Y si todo lo que crece lo hace bajo la lógica y con el lenguaje de la proporción áurea, debería interesarnos -ya que somos parte de la naturaleza- en qué consiste utilizar el lenguaje de los Dioses en nuestra vida, la Proporción Áurea, para proporcionarnos nuestro crecimiento.

Tal vez uno de los usos prácticos cotidianos de la proporción Áurea que tenemos a mano, nos lo proporcionó Pitágoras, quien consideraba a la geometría no sólo un universo matemático, sino filosófico y de vida. Él estableció una estricta rutina a sus estudiantes, para que consideren qué sí se habían proporcionado y qué les hacía falta proporcionarse, alcanzar para crecer. Haciendo que en sus vidas incluyan el movimiento de la espiral áurea ascendente, mediante la cual los hace ir por algo que falta, que está más allá del círculo cotidiano de cada día, les hacía recitar los siguientes versos:

Al levantarse repitieran:

Tan pronto como te despiertes en orden pon

Las acciones a hacer en el día que empieza.

Y de igual modo por la noche:

No permitas que el sueño cierre tus ojos

Sin antes no has pensado tres veces en

Las acciones del día. ¿Qué hechos bien realizados, cuáles no, qué me falta?

Invitados a hacer de la Proporción Áurea un uso práctico, cotidiano, diario para crecer, en armonía con el lenguaje de la naturaleza, de la creación, aprendiendo las claves de ese lenguaje.

 

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Erica Echevarría, ilustradora mexicana.

Jue Oct 18 , 2012
Biografía: Edad: 21 años. Estudiante de diseño gráfico. Desde niña, siempre tuve la inquietud y necesidad de crear y pintar, y aunque las demás personas no comprendían mis trazos y coloreados, nunca deje de hacerlos. Me gusta salirme de los esquemas establecidos, y experimentar con lo desconocido. Reseña de la Obra: […]

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