Elegancia, sutileza, «pop medieval»… Lo cierto es que la obra del ruso Boris Indrikov es catalogado por los expertos como un arte no fácil de encontrar en lo contemporáneo, precisamente por su peculiar elegancia.
La obra de Indrikov, presenta alusiones al surrealismo la que al mismo tiempo revela una influencia de la iconografía Heráldica y a la melancolía de los antiguos grabadistas japoneses denotando melancolía, propia e inalcanzable de estos antiguos grabados.
Una fusión de estilos algo extravagante que confluye en un realismo fantástico en el que se presentan seres en elegantes posturas corporales y un sutil toque de sensualidad.