La obra de esta leyenda de la arquitectura chilena es una invitación a visitar un museo al aire libre plagado de historia y amor a los detalles. Casi todas sus construcciones han sido declaradas monumentos nacionales y conocerlas es apreciar la propuesta de un Santiago mágico.
Es probable pasar muchas veces frente a estos edificios y que nos llamen la atención sin saber quién es su autor. Los contemplamos unos instantes, entramos a un mundo de antiguos relatos, y una bocina impertinente nos saca de la ensoñación. Copihues, gárgolas, ángeles, demonios, flores, castillos, piscinas, ascensores. Podemos encontrar de todo en las fantasías que este hombre supo plasmar en su arquitectura.
Luciano Kulczewski(1896-1972), temucano, hijo de un polaco y una chilena, fue uno de aquellos que defendieron la arquitectura como un arte, donde cada detalle es decisivo en la conformación de un conjunto armonioso. En una entrevista realizada por un alumno de arquitectura en 1969, dijo: “La arquitectura lejos de ser una ciencia, es un hecho fundamental en las vidas humanas: dar vivienda, dar cohesión a la familia, dar un hogar donde se desarrollen las vidas humanas; alegrías, tristezas, penas, todas cobijadas dentro de un ámbito…Y además es un arte…reúne, así, estas dos condiciones que son sublimes.”
En su obra se pueden apreciar cinco estilos que se superponen, como lo son el Art Deco, gótico, tudor, neoclasicismo y, sobre todo, el Art.Noveau. La predilección por este último tiene que ver con la posibilidad de decorar las construcciones, característica distintiva de su estilo: “Si yo hice art noveau era porque tenía un verdadero afán por cambiar de vez en cuando el estilo de mis construcciones. Además, el art Nouveau me permitía decorar con motivos de aquí, de nuestro suelo: rosas, flores, etc.”
Y no sólo decoró la ciudad con sus curiosas construcciones, ya que fue un pionero al traer adelantos para mejorar la calidad de vida de los habitantes de sus edificios. Como él mismo señala: “ascensores, la calefacción central, el sistema de servicios comunes, centrales de agua corriente. Esto, a su vez trajo cambios a la forma de proyectar porque ya no era llegar y hacer una casa común y corriente: había que adaptar el terreno, la superficie de que se disponía, la necesidad de ascensor y los servicios comunes y, dentro y, dentro de ese hueco, proyectar las casas.”
A continuación, una lista de sus principales obras que se pueden visitar a cualquier día y a toda hora.
1. Acceso al Funicular (1922-1924): Ubicado en el Cerro San Cristóbal, por la entrada de calle Pio Nono, el acceso al funicular es similar a un castillo medieval.
2. Barrio Lastarria: En este céntrico barrio se reúnen algunas de las más emblemáticas edificaciones del arquitecto. La Casa de los Torreones (Estados Unidos 201) es un castillo pequeño de estilo neogótico que fue la casa de la familia Kulczewski Yánquez. Muy cerca está el edificio de departamentos conocido como La Gárgola (Merced 84), debido a la amenazante figura que se sostiene desde la terraza. Las gárgolas de hecho, son uno de los sellos característicos de Kulczewski. En la misma calle hay otro Edificio de departamentos (Merced 268) cuyo tono es el art decó. Casi todas son construcciones de 1930.
3. Sede colegio de arquitectos: Ubicado en pleno Plaza Italia (Alameda 115), fue construido en 1920. Ha funcionado como vivienda particular, clínica privada y actualmente, como la sede del colegio de arquitectos.
4. Población Keller: Ubicada en la comuna de Providencia, por Manuel Montt, entre Valenzuela Castillo y Alférez Real. Se trata de un conjunto habitacional privado, construido en 1920, que tiene casas de uno y dos pisos. Las fachadas tienen llamativos detalles, que las hacen personales a pesar del conjunto.
5. Población militar Leopoldo Urrutia: Se trata de 113 casas destinadas a personal del ejército. También está ubicada en Manuel Montt, casi al llegar a Irarrázaval. Fue un proyecto de viviendas económicas, que no dejó de lado la particularidad de los detalles de cada fachada. Un ejemplo a seguir.
