Biografía: Mi nombre es Constanza María Conesa Heredia, tengo diecisiete años y nací en Salta, Argentina. Desde pequeña me sentí atraída por el dibujo y la pintura. Solía dibujar naturalezas muertas en cualquier hoja que cayese en mis manos. Todo eran frutas, flores y uno que otro árbol.
Luego pasé a dibujar rostros. Me enfocaba más en los ojos para lograr una mayor expresividad. Ellos son la ventana de nuestra alma así que me preocupaba por hacerlos notar.
Por último dejé de lado lo realista para comenzar a realizar obras que no sean tan fáciles de interpretar, que tengan mayor simbolismo y requieran de mayor atención para lograr captar el mensaje que quiero plasmar. Me pareció muy interesante ver cómo un trazo, un color, pueden decir más que mil palabras. La idea es que mis obras hablen por sí solas.
Reseña de la Obra: Me motiva la sociedad, el mundo en el que vivimos, lo que pasa allá afuera y que muchas veces no podemos o no queremos ver. Mi obra es un grito para despertar a la realidad, para abrir los ojos y tomar consciencia. El mensaje que quiero transmitir es que nuestra vida y la de nuestro planeta es una sola y que no podemos malgastarla. Debemos valorar y cuidar lo que tenemos porque no hay segundas oportunidades.
Datos de Contacto:
Constanza Maria Conesa Heredia
País: Argentina
Ciudad: Salta
Obras:
En “¿Consumidores o consumidos?” pretendo mostrar cómo el hombre, en estos últimos años principalmente, se ve bombardeado por las tecnologías, las redes sociales y el consumismo, desperdiciando su valioso tiempo en cosas que no lo hacen plenamente feliz. La pregunta es si somos consumidores o consumidos porque muchas veces no nos damos cuenta de que son las cosas las nos consumen y se vuelven como drogas adictivas.
En la obra “ Mc’ con el mundo en las manos” quiero plasmar el poder que tiene esta firma en el mundo. Se puede observar a Ronald McDonald’s sosteniendo al mundo que es como un globo, ligero, frágil, inocente.
En la obra que recibe el nombre de “Muerte y adicción” plasmo nuevamente lo que mata a las personas, la guerra, las drogas, el silencio. Se puede apreciar un corazón sin vida, lastimado, con rasguños y todo aquello que lo va matando poco a poco.
Con “Unas lágrimas muy caras” quiero mostrar a la naturaleza llorando por el mundo, con cada gota que cae, nuestro planeta se va consumiendo, va perdiendo su vitalidad, su fuerza por eso muestro una línea de árboles secos que cada vez se van haciendo más pequeños a medida que se acercan a la lágrima.
En “Voces mudas e indefensas” presento un suelo sin vida con árboles secos y un cielo lleno de contaminación, totalmente gris, oscuro. En frente vemos a una mujer pálida, desnutrida y cansada que no puede defenderse, que no puede hacer nada para aliviar su hambre. La tierra ya da alimentos, ya no le queda aire puro.